Aniversarios en Ranero (Carranza-Bizkaia)
Este año se celebran dos aniversarios paralelos en Carranza, más concretamente en el barrio de Ranero, relacionados con la espeleología.
Por un lado, el hallazgo de la cueva de Pozalagua, que se descubrió, fruto del azar, tras una de las explosiones en la cantera de dolomitas que allí había, y que abrió una puerta a la gruta, hasta entonces escondida en las entrañas del monte.
La cueva es probablemente una de las más bellas de Europa, y con la mejor y más abundante muestra de estalactitas excéntricas del mundo. Uno, que tuvo ocasión de verla cuando la visita corría por cuenta propia, y toda la iluminación con que se contaba se reducía a unas pocas bombillas colgadas de aquí o allá, se alegra de que poco a poco se le vaya reconociendo la importancia que merece.
Con motivo del cumpleaños, se celebrará, el próximo 18 de julio, un concierto a cargo de Kepa Junkera, en el propio anfiteatro al aire libre que, junto a la entrada de la cueva, se ha construido aprovechando el espacio generado por la antigua cantera. Además, según nos cuenta el Correo de hoy: “El acto servirá para presentar la canción “Pozalagua”, un tema para el que se ha permitido al artista extraer sonidos de la propia cueva, haciendo sonar las estalagmitas como si fueran un xilófono”. Merecerá la pena el evento.
Pero, como ya he dicho, hay otro aniversario, que se celebró ayer. Se trata de los cincuenta años en que por primera vez un hombre descendió a la Torca del Carlista. El día 4 de abril de 1958, a las tres en punto de la tarde, Jon Arana, holló el suelo de la cueva, a 154 metros de profundidad. Unos meses después se alcanzaría su cota más baja, a 355 metros de profundidad. Con motivo de la efeméride, ayer, el mismo Jon Arana volvió a bajar a la Torca, según nos cuenta el Correo Digital de hoy.
Si la cueva de Pozalagua debía su importancia a la belleza y abundancia de sus formaciones kársticas, la Torca del Carlista se la debe a la espectacularidad de sus dimensiones, siendo la cavidad subterranea más grande de Europa y la tercera a nivel mundial. En la página de la Sociedad de ciencias espeleológicas Alfonso Antxia nos ofrecen preciosas fotos de la Torca y una interesante recreación, con el Guggenheim en su interior, que nos ayudara a formarnos una idea de sus dimensiones.
Ambas cuevas, si bien tienen sus entradas bastante alejadas, están bastante próximas entre sí, pues, en el interior de la montaña, apenas 70 metros las separan. Se ha especulado con la posibilidad de unirlas mediante la construcción de un tunel de conexión, lo que haría visitable la Torca del Carlista a todos los públicos, sin embargo, aparte de las dificultades técnicas, no todo el mundo está de acuerdo con la medida, que también podría realizarse abriendo una entrada a la Torca desde la cantera, sin unir las dos cuevas.
También se comenta, en el Correo, la apertura, junto a la entrada de la cueva de Pozalagua, en el próximo año 2009, de un parque temático sobre la riqueza natural de Las Encartaciones, aprovechando las instalaciones abandonadas de la clausurada cantera. Bienvenida sea la noticia, aunque uno piensa que, antes de nada, se debería pensar en anchar y reparar un poco la vieja carretera que unía el pueblo de Ranero con la cantera, y que nos da ahora acceso a todas estas atracciones que venimos comentando.
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