Entre los diferentes argumentos utilizados para determinar el anacronismo de los grafitos aparecidos en las excavaciones de Iruña-Veleia durante las campañas de 2005 y 2006, uno de los más consistentes parece ser el de las diferentes sentencias o aforismos que , se supone, tienen su origen en épocas posteriores a la datación que, para las inscripciones, ha dado el equipo de Lurmen, S.L..
Esta argumentación cobra más fuerza en la medida que el número de frases conflictivas sea más grande, ya que si la probabilidad de que aparezca una sentencia dada, es inversamente proporcional al número de palabras de la misma, esta probabilidad decrece exponencialmente si se constata la existencia de más de una frase anacrónica.
En este sentido, lo primero que llama la atención, tras la lectura de los informes de la comisión filtrados en la red, es la poca atención que prestan al tema.
En primer lugar, no coinciden en el número de frases denunciadas. Así, mientras Gorrotxategi (p. 28) cita cuatro frases como aforismos modernos, en el informe Ciprés-Yanguas (p. 45), sólo aparecen dos. Ni la frase “ab absurdo”, citada por Gorrotxategi (p. 29), aparece en ninguna parte del informe Ciprés-Yanguas, ni tampoco “Si vis pacen, para institiam”, citada en la misma página del mencionado informe de Gorrotxategi, aparece. Todo esto, salvo error u omisión del que escribe estas lineas.
Pero lo que más me ha llamado la atención, son las distintas argumentaciones y lecturas que hacen acerca de la frase, según Gorrotxategi, más llamativa del conjunto: “AD MAIOREM DEI GLORIAM”, la conocida divisa de los jesuítas.
Esta frase, empleada con abundancia por San Ignacio de Loyola, parece tener su inspiración en San Pablo, quien emplea en diversas ocasiones la sentencia “in gloriam Dei” en sus escritos. Seguramente, su empleo, toma más claramente el sentido atribuido a la frase jesuíta en la Primera Carta a los Corintios, 10, 31: “Sive ergo manducatis sive bibitis sive aliud quid facitis, omnia in gloriam Dei facite.”, que traducido viene a decir: "Por tanto, ya comáis, ya bebáis o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria de Dios". Se ve, por tanto, que la única diferencia significativa entre las dos frases, se centra en el calificativo de “maiorem”, mayor. La frase literal aparece por primera vez en el siglo VI, de la mano de San Gregorio Magno: “Sed ad maiorem Dei gloriam vicit pietas illud pertus virtutis, quod ideo fuit validum quia devictum”. Siento no haber encontrado una traducción del texto al castellano.
Pues bien, mientras que en Ciprés-Yanguas se citan ambos testimonios, Gorrotxategi (pp.28 y 29) sólo nombra a San Gregorio, y siendo incapaz de encontrar el texto pertinente para el caso, propone una frase diferente a la transcrita por Ciprés-Yanguas, y concluye: “Consecuentemente este texto no es la fuente material de la divisa jesuítica, aunque quizá supusiera alguna especie de inspiración.”
Pero lo más interesante, en mi opinión, es la diferente lectura que del texto hacen ambos informes. Así, mientras en Ciprés-Yanguas la frase contendría una coma tras el “DIII”: “AD MAIOREM / DIII, GLORIAM”, Gorrotxategi “se come esa coma”.
La importancia de una coma en esta sentencia estriba, en mi modesta opinión, en que rompe por completo el sentido de la frase. ¿Cómo deberíamos traducir?: ¿Para mayor Dios, gloria, o quizás, para mayor gloria, Dios?. La existencia de esta coma, tal vez nos podría llevar a pensar en que su significado, si es que lo tiene, no fuera el mismo que le aplicamos en la actualidad, y por consiguiente, habría que revisar su uso en otras sentencias o listas. Me parece lo lógico y científico, si es que no se parte del apriorismo de la falsedad de la pieza. Sin embargo, para Ciprés-Yanguas, la presencia de la coma “contribuye una vez más a poner en duda la datación establecida para la UE 51.144 y su consideración como una unidad cerrada”.
NOTA: Debo reconocer que la inspiración para la redacción del título se la debo a la sección “¡Me como esa coma!”, de J.A. Millán, cuya lectura recomiendo encarecidamente: “Esta sección se dedica a los signos de puntuación que aparecen de más (y tendrían que comérselos) o de menos (porque se los han comido) en la prensa, libros o páginas web.”